¡Buenos días queridos alumnos!
Fecha, título y consignas escrito en letra cursiva.
Miércoles 4 de noviembre
Luego de leer la leyenda, hacé los dibujos que quieras. Tené en cuenta la parte que más te gustó.
¡Por fin! ¡Por fin!
“Los dioses campeones” Versión 2° B 2020 ( LEYENDA MAYA - QUICHÉ )
Eran dos dioses con ganas de divertirse, se llamaban Ixbalanqué y Junajup. Estos dioses eran hermanos y vivián en un pueblo en el campo. Los hermanos eran buenos, generosos, buena gente. Ayudaban a otras personas que necesitaban de su ayuda.
Una noche estaban en la huerta de la casa trabajando la tierra de manera dura y de repente se durmieron porque estaban muy cansados. Pasaron 8 horas y el primero que se despertó fue Ixbalanqué y luego Junajup. Se levantaron y empezaron a jugar con las cerbatanas, hicieron mucho ruido, tanto que despertaron a los vecinos.
La ratita sabia se despertó y con su piyama de ositos que combinaba con su gorrito también de ositos dijo – ¡Dejen de hacer ruido, barbaros!, ¿Están locos? Despertaron a todo el vecindario. Los hermanos se rieron a carcajadas y la ratita avergonzada continúo diciendo -Si dejan de hacer ruido les cuento un secreto.-
Los hermanos se quedaron asombrados porque no sabían de que estaba hablando la rata. Los dioses la persiguieron por todas partes porque pensaron que les estaba diciendo patrañas. Mientras la perseguían rompieron todo a su paso hasta que le cerraron el camino. Antes de que la rata les cuente el secreto, tuvieron que pagar los daños provocados.
La rata les contó el secreto, les dijo "dónde estaban los elementos para jugar al juego de la pelota". -Busquen en el techo de la casita, en el tejado, ahí encontrarán la pelota, las lanzas, los escudos, los aros para embocar y los guantes – terminó diciendo la rata.
La abuela los tenía escondidos, bien guardados, porque no quería que les pase lo mismo que a los padres y tíos de ellos. Rata Sabia también les contó, que sus padres y sus tíos habían ido hasta Xibalbá a jugar el juego de pelota. Jun Camé, el dios de la oscuridad, malo, horrible, hizo muchas trampas y mañas para ganar, pero los ganadores del partido fueron los dioses buenos, igualmente los mataron porque Jun Camé no respetaba los tratos que hacía. No sabía perder... La rata recordó la tragedia y lloró un poquito por lo que pasó con los padres y tíos de los hermanos dioses mientras narraba la historia.
De esta manera, los dioses hermanos con los elementos para jugar al juego de pelota se fueron al campo de juego. Hicieron mucho ruido ¡¡¡ BUM, BAM, PUM, PAM, CRASH !!!
Los de Xibalbá sentían la pelota rebotar en sus cabezas. Los pelotazos eran muy fuertes por eso Jun Camé y sus secuaces se enojaron. Como se enojaron tanto mandaron un mensaje a los hermanos campeones.
La carta fue enviada por Alas de fuego, Pico feo, Cuervo inmundo y Buitre buchón, los mensajeros de Jun Camé. Llegaron a la casa de la abuela, ella escuchó el mensaje y se dio cuenta de que los nietos habían encontrado el equipo de pelota.
El campo estaba muy lejos por eso la abuela envió un mensaje a sus nietos a través de unos animales. Primero le pidió ayuda a Moscardón mensajero. Pero Moscardón daba muchas vueltas en el aire e iba a llegar muy lento, se encontró con Sapo y le rogó que se lo tragara y lo llevó a toda marcha al campo. Este se cruzó con Víbora blanca y le dijo que por favor lo tragara y lo llevara más rápido. Víbora blanca se lo tragó y fue como flecha. Pero se cruzó con Gavilán y le dijo que lo tragara y lo llevara cuanto antes al campo donde estaban los hermanos. Para que vaya como tiro de escopeta.
Cuando llegaron donde estaban los dioses campeones, Gavilán era el cartero y escupió a Víbora, Víbora era la maleta y escupió a Sapo que era el sobre de la carta, este último escupió a Moscardón mensajero que dijo- yo soy la carta que les manda la abuela y el mensaje de los dioses de Xibalbá que viven en el mundo subterráneo es que los desafían a un juego de pelota.
Los hermanos se prepararon y fueron a jugar al juego de pelota al mundo subterráneo, a Xibalbá. Ixquic, la madre de los dioses campeones antes de que se fueran, les dio un Mosquito inteligente y una fruta jugosa para el viaje. La abuela plantó cañas para saber si perdían o ganaban. Si ganaban aparecían brotes tiernitos y si perdían, las plantas se secaban, se marchitaban.
Luego de mucho caminar llegaron al camino sombrío que conducía a Xibalbá, llegaron al mundo subterráneo. A diferencia del mundo de arriba que era lindo, divertido y había flores, el de abajo era feo y aburrido. Sin flores.
Comenzaron los desafíos. El mosquito inteligente se adelantó y picó uno por uno a los once dioses que custodiaban la puerta de Xibalbá y así supo los nombres de todos ellos. Junajup e Ixbalanqué cuando entraron saludaron a todos los dioses nombrándolos, de esta manera, pudieron entrar.
El segundo desafío era encender un cigarro y que aguante doce horas encendido, si ésto no sucedía, se morirían. Menos mal que usaron el jugo de las frutas que les había dado la mamá para simular la brasa del cigarrillo. También le pusieron unas luciérnagas y gracias a esto pasaron otro desafío.
Ahora sí, se pusieron a jugar el partido de pelota, los dioses campeones que eran jovenes con buen estado físico jugaron contra los once dioses de las sombras, comenzaron ganando sin hacer trampas. Los dioses malos de Xibalbá jugaron sucio con trampas y mañas, les lanzaban lanzazos traicioneros a los dos hermanos.
De repente, en el mundo de arriba las cañas empezaron a florecer, la abuela y la madre estaban aliviadas.
Pero siguieron los desafíos, Jun Camé era mal perdedor, primero los metió en una jaula de frio y luego en una jaula de calor para que muriesen sofocados. Los dioses siguieron vivos porque eran muy fuertes.
Jun Camé los desafió a otra prueba. Tenían que plantar flores en una fuente y si a la mañana siguiente no estaban los pétalos de flores, iban a morir. Ixbalanqué se agachó en la cueva y se encontró con una hormiga que conocía del mundo de arriba, una vieja amiga. Le preguntó a la hormiga si podía ayudarlos. La hormiga los ayudó trayendo un ejército de hormigas, que a su vez trajeron flores de la superficie para ponerlas en la fuente. Al día siguiente, Jun Camé se acercó con los demás dioses. Todos se sorprendieron porque vieron las flores. Entonces les dijo: - ¡Salgan de aquí! ¡Si los matamos van a revivir como el sol y la luna! -.
Los dioses campeones volvieron arriba, al campo, donde todo florecía y era agradable, los esperaban la abuela y la mamá. Estaban muy contentos, contentísimos. Lo primero que hicieron fue abrazarlas y luego se fueron a jugar al juego de pelota.
FIN
Luego de leer la leyenda, hacé los dibujos que quieras. tené en cuenta la parte que más te guste.
Basta con prácticas del lenguaje
Aire
Vamos terminando el proyecto, falta muy poquito. Van más actividades para completar el diario de ciencias. Recordá escribir y dibujar las experiencias.
Restas difíciles
73 – 38 =
92 – 23 =
104 – 83 =
Basta con mate.
Basta por hoy.
¡Besos abrazos y codazos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario